OSTEOPATÍA

La Osteopatía es un método terapéutico que utiliza el poder de “autocuración” del cuerpo para la recuperación de las lesiones y el alivio del dolor, de forma que realiza estímulos sobre el organismo para mostrarle a éste qué debe hacer para lograr la curación. Principalmente, lo que se busca es que todas las estructuras del cuerpo tengan buena movilidad, lo que permitirá que todo funcione correctamente, como un sistema de engranajes. En el momento que alguna de las “piezas” no vaya bien, se desencadena una lesión, que tarde o temprano acabará repercutiendo en el conjunto de la “máquina”.

Es un método que ve el cuerpo como un todo e interviene en distintas esferas:
– Estructural (músculos, huesos, ligamentos, tendones…).
– Craneal.
– Visceral.

Nosotros buscaremos como fisioterapeutas encontrar esas zonas en las que el movimiento se vea disminuido, para devolverle esa movilidad y así evitar y/o aliviar las lesiones causadas por esa hipomovilidad. Para ello, utiliza distintos tipos de técnicas adaptadas al paciente y la lesión, como pueden ser:
– Thrust o manipulaciones articulares.
– Stretching (estiramientos).
– Técnicas de Músculo-Energía (que permiten ganar movilidad).
– Técnicas funcionales (equlibración de los tejidos).

Hay ciertas estructuras que pueden ser más susceptibles de provocar estos problemas en cadena, ya que son captadores de la postura; por tanto, si aparece un problema en esa zona, rápidamente repercutirá en el resto del cuerpo. Estas estructuras son:

– Pies: un mal apoyo en el pie, repercute en la rodilla, en la cadera, … repercute en las estructuras que están por encima.
– Mandíbula: un mala oclusión de los dientes, provoca también alteraciones de la postura desde arriba, es decir, cabeza, cuello, columna, brazos…
– Ojos: el cuerpo necesita que los ojos se encuentren en posición horizontal para colocar el resto de estructuras, si no lo están, siempre se hará todo lo posible para que se horizontalice, aunque ello suponga, por ejemplo, inclinar la cabeza hacia un lado.
– Columna: cualquier problema de espalda va a repercutir en el resto del cuerpo debido a que de ella salen la mayoría de los nervios que van a brazos, tronco, vísceras, piernas…
– Cicatrices: una cicatriz de una cirugía, si no queda bien cicatrizada, puede provocar una tensión, que, aunque el cuerpo intenta camuflarla, puede provocar un cambio en la postura. Por ejemplo, una cicatriz de una intervención de apendicitis, puede provocar que nuestro cuerpo tienda a caer hacia ese lado.

Por tanto, ante una lesión, deberemos conocer principalmente la causa y la relación que tiene con el resto de estructuras para realizar el mejor tratamiento posible y poder resolver la lesión.